martes, 1 de septiembre de 2009

Cenicienta huyó...

Cenicienta huyó, abandonó al príncipe quería libertad. Lo descubrió por casualidad una mañana de septiembre mientras remoloneaba en la cama. Un rayo iluminó su cara, ese rayo que se había colado por el balcón abierto y jugaba al escondite con las flores y la brisa.

Las cosas importantes casi siempre se descubren por casualidad.