
Estas navidades las dedicaré a mimar a mi familia, bordar y leer Astur, así que cerraremos el blog por empacho de turrones...
En el aire bailan los aromas dulzones y de vivos colores, manzanas de caramelo
y algodón de azúcar...el cosquilleo de la noria, la risa de los autos de choque,
la sorpresas de los sobres, la magia de los fuegos artificiales y el fervor
de un pueblo ante su VIRGEN del ROSARIO...
Hoy Macael es aroma, aroma a fiestas...las fiestas de mi infancia añoradas en la distancia de los Kilómetros y del tiempo...
Cenicienta,Ceni para los amigos,salto deprisa de la cama pero se vistió sin prisa. Debía decidir bien la ropa que se pondría, era un momento muy importante y debía estar bien bella, pero para ella no para los demás.
La decisión estaba tomada, huir era lo importante, recuperar su verdadero yo… pero era difícil elegir el color de la barra de labios, mucho más que decir adiós.
Así que con todos estos deberes bien hechos cruzó la puerta, sin llorar ni mirar atrás.
Cenicienta huyó, abandonó al príncipe quería libertad. Lo descubrió por casualidad una mañana de septiembre mientras remoloneaba en la cama. Un rayo iluminó su cara, ese rayo que se había colado por el balcón abierto y jugaba al escondite con las flores y la brisa.
Las cosas importantes casi siempre se descubren por casualidad.